“El futuro del jazz está en peligro”

Los fatalistas, y quizá algunos aficionados con poca experiencia, mencionan en sus blogs,  los bares y cafés que el jazz está muriendo. Entre sus argumentos afirman que quienes los escuchan son un grupo reducido de personas que, por fetiche, casualidad o decisión, disfrutan de escuchar a intérpretes muertos y melodías con al menos unos 50 años desde su producción.

Es complicado, por lo menos de forma inmediata, contradecirlos, pues es común encontrar melodías como “Take Five”(John Coltrane) en los “beats” o acompañamiento de las rimas de un rapero. Incluso, hay quienes nombran a la música de la “improvisación y el cambio” como “música de elevador” o “música de espera”.

Hay algo de cierto en los comentarios: los entusiastas del jazz somos un gremio reducido y, con cierto permiso para ser pesimista, no somos capaces de sostener un café o bar con nuestros consumos.

¿Qué sucedió después de la época de oro del jazz? ¿Acaso Miles Davis se llevó consigo a la flama que emocionaba y lograba compartir a otros la experiencia estética de la música? En definitiva, el “blackbird” del jazz tiene mucha responsabilidad dentro de cualquier movimiento en el género, quizá sólo un cambio de perspectiva sea necesario para apreciar su legado y el pulso del jazz hoy en día.

¿Cómo evolucionó el género?

Así cómo el rock tuvo en los 70 un boom que les aseguró su lugar en el próximo siglo, muchos, sobre todo los amantes del género,  hubiéramos querido que el jazz “progresara” por la misma autopista.

A pesar de algunas innovaciones dentro del estilo, como Chet Baker haciendo de vocalista o Brubeck visitando Japón, las exigencias del tipo melódico son lo suficientemente específicas como para no permitir de forma llana la convergencia de distintos estilos. Hasta antes de los 70, el jazz había evolucionado con cambios de acordes, tonalidades y la adición o disminución de los instrumentos que conformaban un cuarteto, quinteto u orquesta de jazz.

Davies, Corea, McLaughlin y muchos más sabían del rumbo que el jazz estaba tomando y tenían la determinación de redireccionarlo a las grandes carreteras de la música contemporánea.

Jazz-rock o Jazz fusión

Continuando con los experimentos que vieron nacer a In a Silent Way (1969), el disco que saldría a la luz el 30 de marzo de 1970 contaba con instrumentos electrónicos dentro de la composición. La participación de nombres como John McLaughlin o Joe Zawinul, consolidados como artistas del rock en ese entonces, fue clave para que Bitches Brew sea conocida como un parteaguas en la historia del jazz.

Con una aceptación casi inmediata, este álbum fue una invitación a nuevos oyentes a redescubrir el género. Ganando un Grammy a la mejor composición en conjunto de jazz en 1971, se convirtió en el primer disco de oro de Davis, vendiendo más de medio millón de copias.

Es curioso cómo la transformación más prolífica que sucedió en el jazz hasta la fecha fue, como lo es el jazz en si mismo, una improvisación.  Las sesiones de grabación ocurrieron en tres días y la planeación y preproducción consistió en algunas llamadas por parte de Davis, invitando a diferentes artistas a participar en el proyecto. Algunas de las piezas habían sido discutidas con anterioridad, pero, parafraseando al “príncipe de las tinieblas”, muchas veces los artistas no tenían idea de qué grabarían en la sesión.

Así, a través de la participación de jazzistas y rockeros, es cómo nace el jazz-rock, más tarde renombrado a jazz-fusión por la variedad de géneros con los cuales polimerizar la música en algo nuevo.

 

 

El género en la actualidad

La respuesta es simple, seguirá existiendo mientras la improvisación sea parte fundamental de todo proceso artístico. No importa si se usa a Baker como sonido de fondo mientras una vocal de bossa-nova está en el escenario o si agregamos sonidos de la naturaleza como fue la tendencia durante los 2000 en Japón, las propuestas y experimentaciones de los gigantes han dado una oportunidad de reproducción y evolución al género.

Ejemplos claros serían Tino Contreras, combinando mariachi, mambo y salsa , Mulatu Astatke mezclando la música etíope y sus instrumentos con los sazones de la improvisación o Kenichiro Isoda, mentando la naturaleza como un instrumento y adicionándola al estilo lírico japonés.

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“El jazz es una música que viene del corazón. Si no sientes nada al tocar, entonces no estás tocando jazz”.
Miles Davis

 

Edición(n.d) “On its 50th anniversary, 15 things to know about miles davis’ “Bitches brew”
Akbank Sanat.
https://www.akbanksanat.com/en/blog/50-yasinda-15-maddede-miles-davisin-bitches-brew-albumu

Edición (n.d) “Miles Davis – Bitches Brew (1970)”
Cabeza de Moog
https://cabezademoog.blogspot.com/2015/09/miles-davis-bitches-brew-1970